Históricamente, las mujeres no han tenido la representación suficiente en disciplinas relativas al campo de la tecnología, sobre todo en materia de ciberseguridad. Esta situación se origina en una instancia temprana, con un menor número de mujeres interesadas en la tecnología durante su educación inicial, lo cual redunda en un menor número de mujeres que eligen la ciberseguridad como profesión en la industria o el sector académico (en este informe pueden leer más información acerca de la brecha de género en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática). Las mujeres que eligen trabajar en esta disciplina suelen enfrentarse a mayores obstáculos en su trayectoria hacia una carrera profesional exitosa en comparación con los hombres, si bien prestigiosas investigaciones ponen de relieve la importancia y los beneficios de un entorno con diversidad y equidad de género (en esta investigación, publicada en la revista Harvard Business Review, se puede apreciar un ejemplo).
Como científica y miembro de la minoría a lo largo de mi formación y mi carrera, tuve grandes oportunidades de aprender de mujeres sumamente exitosas en las áreas de ciencia, tecnología y liderazgo. Gracias al gran impacto que tuvieron en mi carrera, uno de mis objetivos profesionales es empoderar a otras mujeres. Afortunadamente, me especializo en ciberseguridad y eso me permite apoyar a las mujeres en esta disciplina.
Recientemente, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el Foro de los Equipos de Respuesta a Incidentes y Seguridad (FIRST) y la Alianza Mundial para la Igualdad de Género en la Era Digital EQUALS organizaron la primera edición del Programa de Mentoría para Mujeres en el Sector de la Ciberseguridad, cuyo objetivo es empoderar a las mujeres en este sector.
El programa trabaja con referentes y líderes del sector para vincularlos con mujeres talentosas de todo el mundo que están en búsqueda de mentores. Esta iniciativa es fruto del seminario web CyberDrill 2020: Empoderamiento de las Mujeres en el Sector de Ciberseguridad, en el cual se puso de manifiesto la necesidad de referentes y mentoras femeninas como factor fundamental para incrementar el número de mujeres en el sector de la ciberseguridad.
Me invitaron a participar del primer Programa de Mentoría WiC, el cual comenzó en marzo de 2021 y concluye en agosto del mismo año. Tuve el honor de ser la mentora de tres maravillosas participantes, provenientes de Medio Oriente y África. Realizamos reuniones mensuales de mentoría para conocernos mejor y hablar acerca de los objetivos de las participantes en esta experiencia. Como cada participante se sumó al programa con un propósito ligeramente distinto, intenté brindarles mi apoyo personal toda vez que fuese necesario además de participar en las sesiones grupales, organizadas por los mentores o los líderes del programa. Este apoyo comprende brindar consejos específicos al trabajo de cada participante, sugerir cursos y capacitaciones, y ofrecer asesoramiento profesional. Además, aproveché esta oportunidad para familiarizar a las talentosas participantes de quienes fui mentora con la función de la ICANN en el ecosistema de Internet y temas más específicos, tales como las amenazas a la seguridad del Sistema de Nombres de Dominio (DNS).
Además de ser acompañadas por una mentora, las participantes asisten a seminarios web impartidos por mujeres inspiradoras que tienen carreras exitosas en el sector de la ciberseguridad, como también a una serie de cursos sobre temas técnicos y habilidades blandas.
A medida que nos acercamos al final del programa, siento un profundo agradecimiento por esta iniciativa y el esfuerzo con el que se ha llevado adelante, dada la importancia que tiene para el futuro de la fuerza laboral en el sector de la ciberseguridad a nivel mundial. Gracias a mi experiencia personal como mentora, tengo fe en que hay una gran cantidad de mujeres con talento y ambición que realmente se esmeran para crecer en el sector de la ciberseguridad, y en un futuro prometedor para las mujeres.
Aunque personalmente aprecio los beneficios de una mentoría por parte de alguien con experiencia, sin importar su género, contar con una mentora que vivió las mismas experiencias puede facilitar el proceso y ampliar las posibilidades de las participantes en un sector que sigue siendo mayoritariamente masculino. Es por eso que quiero invitar a otras mujeres a sumarse al programa, ya sea como mentoras o participantes, para contribuir al crecimiento de esta importante red.
Quiero destacar que el aprendizaje fue recíproco. Yo también aprendí mucho sobre la cultura y experiencia de las participantes a las cuales acompañé. Para mí, la conclusión de esta ronda del programa no significa el fin de mi relación con las participantes de quienes fui mentora, sino apenas el comienzo. Nuestra intención es seguir en contacto y ayudarnos unas a otras a medida que crecemos profesionalmente.
Para más información sobre esta importante iniciativa, pueden visitar la página principal del programa o contactar a yasmine.idrissiazzouzi@itu.int.
