La organización de la ICANN continúa desarrollando sus políticas y prácticas operativas en relación con los derechos humanos de su personal y sus proveedores. Desde mi última publicación, la organización de la ICANN comenzó a brindar sesiones de capacitación sobre temáticas tales como los sesgos y la lucha contra el acoso, lanzó diversas iniciativas de concientización en el área de salud mental en torno a la pandemia de COVID-19 e incluyó aspectos de derechos humanos en sus planes en curso para mejorar sus procesos y procedimientos operativos.
Las recomendaciones surgidas de la Evaluación del Impacto en los Derechos Humanos (HRIA), primera en la historia de la ICANN, sentaron las bases para la expansión e implementación de mecanismos esenciales de capacitación y comunicación. Esto concuerda con el principio de acción constante de la organización de la ICANN como herramienta vital para anticipar y mitigar consecuencias negativas en términos de derechos humanos mediante políticas y prácticas proactivas.
La HRIA fue un paso importante hacia el cumplimiento de nuestra debida diligencia en materia de derechos humanos. Sin embargo, el trabajo de la organización de la ICANN para mejorar el impacto de sus operaciones en los derechos humanos no se termina con esta iniciativa. La organización de la ICANN continuará implementando nuevas políticas y prácticas operativas en consonancia con las recomendaciones de la HRIA para mantener el impacto positivo de sus operaciones en los derechos humanos y mitigar su impacto negativo siempre que sea posible.
Las iniciativas de la organización de la ICANN para incorporar los derechos humanos a la cultura general de la organización continuarán más allá del 2021 como parte de las actividades operativas y la planificación de la ICANN.
